Bueno, me extrañaban? Yo si, un poco... jaja.
De Berlín no queda mucho más que contar. Ya verán mas fotos porque saqué muchas el último día.
Fui al museo de historia, donde se puede ver no solo de Hitler y la segunda guerra mundial sino también cómo eran antes las cosas allá.
Tristemente pasaban cosas en los años 30 que en Argentina siguen ocurriendo. Ellos supieron aprender de su pasado, podrá aprender también mi país de su pasado (y su presente)?
Fin de la escritura reflexiva.
Como mi Amiga Magui estaba en Amsterdam por trabajo y me ofreció hospedaje, acepté y compré un pasaje de tren hasta allá.
Resulta que el pasaje era para viajar a las 4 de la mañana, así que esa noche no dormí para no quedarme dormido.
Como ya les dije en algún momento, mis queridos lectores, Alemania es un país estrictamente puntual y los medios de transporte no son una excepción.
Llegué a la estación de tren, y exactamente a la hora de salida el tren comenzó a rodar.
Ese tren me dejaba en Hannover, donde yo había esperado antes como ocho horas un micro. Así que si había una ventaja era que conocía bien el lugar.
Como llegué con 25 minutos extras, decidí ir a comprar algo para desayunar a un lugar que conocía (eran las 6 de la mañana).
Al rato pensé en mirar la hora por las dudas. Mi celular estaba apagado, así que lo prendí con toda paciencia (es muy lento, no compren Sony Ericson) y al ver la hora, 6:39, entendí que era muy probable que perdiera ese tren. Así que salí corriendo con la mochila, la valija con rueditas, un café y una factura con una especie de crema pastelera. Cuando llegué efectivamente el tren ya estaba en movimiento, así que le pregunté a una señora que controla los trenes qué podía hacer y me dijo que en dos horas salía otro.
Y bueno, dos horas más de espera en Hannover. Hacía un frío terrible a esa hora! Así que otra vez me caminé todo.
No hace falta decir que para el siguiente tren, estuve media hora antes en el andén.
Así llegué a Hilversum, que está a media hora de Amsterdam.
Me bajé de ese tren y me subí a otro tren local y viajé parado. Ya era casi la una de la tarde y no daba más de sueño.
Pero volvamos unas horas atrás. Me tomé el tren a las 4:30 en Berlin Hauftbahnhof (estación central de Berlín) pensando que iba a dormir un rato.
Pero en el mismo vagón resultó que había un borracho que gritaba y cantaba. Era muy grasa, tenía la voz muy ronca y también era bastante grandote.
El guarda no pudo pararlo y los pasajeros que se sentaban cerca al minuto se iban a otro lado.
En la tercera estación el mismo guarda llamó a la policía y se lo llevaron. Luego el viaje fue normal.
En el segundo tren todo estuvo bien, excepto por una familia (vaya uno a saber de dónde) que tenía un nene muy maleducado. Primero caminaba por el pasillo con el padre al lado. El nene se encargaba de molestar a todos los pasajeros y el padre miraba.
Luego por alguna razón el nene empezó a llorar, muy fuerte y con muchos gritos. Esos gritos y ese llanto duró casi todo el viaje, más de 4 horas ininterrumpidas.
Aclaroles que este es un post un poco atrasado y que ya venía escribiendo, es que recorriendo las ciudades donde estuve el día se me iba muy rápido y no me dejaba tiempo para escribir.
Así que espero escribirles más tarde o mañana desde mi próximo destino: Milán.
También estaré subiendo algunas fotos de Amsterdam, que aún censurado, espero que no los impresione.
Berlin Hauftbahnhoft (Estación de trenes central de Berlín)
Es gigante, adentro hay cinco pisos de vias de S-Bahn, Bahn y U-Bahn. Todo se conecta!
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